domingo, diciembre 14

Status quo

Confieso que por ahora soy partidario de la tesis: "cada cual donde está y en lo que le corresponde", calma no se escandalicen tan pronto, me explico: cada uno puede cambiar el mundo desde su posición, desde donde le corresponde estar, siempre que esté de manera justa y en goce de sus derechos humanos. Dejo por ahora --no porque me importen poco o nada-- el asunto de aquellos que han sido violentados, incluso desde el nacimiento, de los derechos fundamentales, y centrémonos en aquellos de manera general gozamos parcial o totalmente de los mismos.

Un profesos, un buen profesor, puede construir un país pacífico y las virtudes que de ella emanan, si hace bien su trabajo, si concurre a su centro laboral atendiendo con responsabilidad la difícil y noble tarea de ayudar en la formación de los estudiantes. ¿Cómo?... aplicando debidamente los Planes de Estudio, estando consciente que le pagan por formar y compartir conocimientos, no entretener o deformar mentes, que por cierto pertenecen a Seres Humanos.

El médico puede y debe hacer lo mismo desde su noble labor salvaguardando la salud y la vida de aquellos que nos confiamos a su sapiencia; vale lo mismo para el abogado, el mecánico y el señor que vende tacos. La madre que se queda en casa, el agricultor, el operador de autobuses, el celador en el penal de máxima seguridad, el que recoge la basura y el taxista.

Éste país seguramente cambiará mucho haciéndonos oír, pero también escuchándonos. Porque mientras continúe ese concierto discordante donde todos gritamos: políticos con el discurso doble, pobres y víctimas exigiendo se cuiden y respeten sus derechos, y la mayoría aplaudiendo a unos y otros desde la comodidad de simples expectadores difícilmente habrá un ganador aquí, pero si muchos fuera. Para lograr dicho concierto, bastaría me parece hacer lo que a cada uno le corresponde. Vencer el mal, haciendo el bien.

¿Tú qué opinas?

miércoles, julio 23