jueves, julio 16

Profesión de fe.

Alguien hoy --mejor dicho ayer-- me cuestionó:

---¿Crees en mi?, claro he dicho;

---¿Tienes secretos conmigo?, claro todos tenemos secretos, dudo que tú no los tengas conmigo.

---Yo no los tengo hacia ti, me ha dicho, lo que motivó en mi una reflexión durante algunos consistentes minutos de silencio.


Bien, confío en tu palabra --me hubiera gustado decirle-- más no me fío de ella. Seguramente habría pedido que le explicara ¿Cuál es la diferencia entre mi confianza y el que me fiara o no?; pues bien, si tú vienes y me dices que aquella hoja (por naturaleza de color blanco a nuestros sentidos) es negra, confiaré en ti, creeré que es obscura en el color, pero guardaré para mi reservas y sospechas sobre la veracidad de la misma proposición, no porque me falte la seguridad para creer en ti, sino porque creo que es natural de mi y de ti... y de todos preguntarse en el ser ¿Es negra? (en realidad dudar), tal vez luego descubriré que es color blanca, seguramente me dolerá o haré una serie de juicios a posteriori (que no tocaré ni aquí, ni ahora), lo importante es que he tenido fe en ti.


Tal vez, sólo siguiera inquiendo, ¿Por qué aún me guardas reservas?; porque es parte de mi naturaleza y de mi ser, es parte de esa parte oculta y propia, personal y que no estoy dispuesto a rechazar, a develar, a descubrir al mundo, en ella se oculta parte de lo que soy y guardo, de lo que no estoy dispuesto a compartir quizá por egoismo, quizá por amor propio... no lo se. ¿Y tú, confías totalmente en mi?... ciertamente; entonces permíteme seguir guardando con recelo esa parte de mi, tal vez algún día los conozcas.


El otro ser, continúo junto a mi, en silencio... siendo parte de mi.

No hay comentarios: